viernes, 8 de julio de 2011

Entrevista con Cristian Cuevas, presidente de la Confederacion de Trabajadores del Cobre (Primera parte)

40253_1585534762356_1355373737_31546311_5866034_nElQuinto.cl / 8 de Julio de 2011 / “Yo creo que el (Golborne) tiene un alto desprecio por el movimiento sindical, por el movimiento social, y esa es la conducta que tuvo en Cencosud, en donde hizo la misma política de La Polar de lucrar a partir de las propias situaciones y necesidades y esta prisión que vive el pueblo de Chile a partir de las tarjetas y de la prestación de servicios de las empresas del retail.”

Se agitan las aguas en el movimiento sindical chileno. Acercándonos a un 11 de julio en el que se dará un grito por la renacionalización del cobre, a un paro nacional para el 24 de agosto, y en un contexto de ascenso de la protesta social y de conflictos al interior de la Central Unitaria de Trabajadores, el Equipo El Quinto ha tenido una conversación a fondo con Cristian Cuevas, presidente de una de las organizaciones sindicales más importantes del país, la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), para conocer su visión sobre la realidad nacional, las perspectivas de la lucha sindical y los desafíos del movimiento popular chileno.

En esta primera parte de la conversación, Cuevas nos cuenta sobre las reflexiones y acuerdos alcanzados en el reciéntemente culminado Tercer Congreso de la CTC y nos habla sobre las incumplidas promesas del gobierno en materia de seguridad laboral, realizando fuertes críticas en contra del Ministro Laurence Golborne y del Presidente Sebastián Piñera.

254391_2156412313938_1355373737_32533022_7562482_n

El Quinto: Cristian, la CTC acaba de culminar su Tercer Congreso Nacional, en que has sido reelecto como presidente. Puedes contarnos cuáles fueron las reflexiones que marcaron esa instancia y los desafíos que se ha propuesto tu organización en el presente escenario de lucha.

Cristian Cuevas: Este es nuestro Tercer Congreso. La Confederación de Trabajadores del Cobre - CTC - se fundó el 8 de junio del 2007 en Machalí, después de un proceso de acumulación de fuerzas de lo que era la Coordinación Nacional de Trabajadores Contratistas de la Minería. Y hoy en día, lo que la Confederación ha generado es una institucionalidad que la hemos ido construyendo nosotros los trabajadores y trabajadoras contratistas y lo que hace que hoy la Confederación no sea un espacio de los trabajadores contratistas de Codelco, sino de los trabajadores contratistas de la industria minera, que tiene presencia en las 5 divisiones de Codelco, en Collahuasi, en Escondida, en Pelambres, en Los Bronces, el Soldado, Spencer, por dar algunos nombres, entonces es una organización que ha ido creciendo.

Ahora, como es una organización que ha ido creciendo, en sus inicios como Confederación éramos un poco desorganizados, se actuaba más bien por una demanda pasional que por una demanda que efectivamente permitiera escribir un proyecto nacional. Hoy, con una nueva generación de dirigentes sindicales, este Congreso lo que hace es reafirmar que la CTC es necesaria para los trabajadores de Chile y para los que habitan este territorio indistintamente de su origen o condición, porque lo que ocurre cuando decimos “los chilenos y chilenas” de repente excluimos a un montón de otros pueblos que viven en nuestro territorio. Nosotros reafirmamos una organización necesaria, que fija su línea estratégica en su estatuto fundacional: el cobre para Chile y su renacionalización como objetivo político para este siglo XXI, una nueva Constitución emanada de una Asamblea Constituyente, lo que para nosotros es una tarea importante como Confederación, y también cómo vamos eliminando la subcontratación como la columna vertebral del modelo económico neoliberal que sostiene las condiciones de precariedad no sólo de los trabajadores de la minería sino de los millones de trabajadores que están bajo el régimen de subcontrato en los servicios, en las salmoneras, en las forestales.

Eso es lo que estuvo en la discusión, en donde estuvieron presentes más de 180 delegados que se dieron cita en Los Andes durante el 22, 23, 24 y 25 de junio y en el cual nosotros vemos que la CTC es una organización sindical, política y social. No es una organización sólo reivindicativa en lo salarial sino también con una mirada política del país que queremos construir y de las relaciones que tenemos que hacer a nivel de los países del Sur-Sur para constituir una mayoría que efectivamente le dé poder a los trabajadores. Ahora bien ese es el fin, son los contenidos, pero que en el fondo esa es la tarea que nosotros debemos hacer y siempre nos hemos planteado volver a los orígenes del movimiento sindical, que el movimiento sindical es una escuela, es un aprender todos los días, nosotros decimos que somos un árbol con muchas ramas y no que se constituye en un solo liderazgo sino que es un colectivo. Efectivamente, dentro de la CTC hay muchas corrientes, miradas políticas, militantes, pero lo principal es que nosotros, nuestra matriz, está basada en los propios trabajadores, mas allá de las militancias lo que está aquí es nuestro rol como trabajadores y cómo vamos construyendo alianzas con otros, con otros que a veces pueden ser diferentes, distintos, pero sobretodo construyendo un proyecto de mayorías para el Siglo XXI.

noticia112_0001

Eso es en general lo que discutimos y efectivamente hacemos una reflexión crítica también de nuestro qué hacer, porque una organización que se construye a puros pedazos, a puro esfuerzo, sin experiencia anterior, sin duda se van también saliendo compañeros, hay compañeros que dejaron la organización porque no entienden la construcción en colectivo y nosotros entendemos de que aquí tu tienes que construir un liderazgo que permita que el día de mañana los trabajadores gobernemos Chile. Nosotros estamos trabajando para gobernar y, cuando decimos para gobernar, es para que efectivamente el bienestar llegue a nosotros, y para eso se requiere hacer alianzas con sectores con los que muchas veces podemos tener distancias pero donde el objetivo fundamental es que nosotros cumplamos ese rol.

Por eso somos muy críticos y hoy día estamos en una tarea de fortalecimiento de nuestro trabajo hacia la industria privada del cobre, que representa más del 70% del recurso natural del cobre y que solamente el año 2011, hasta esta fecha, más de 34 mil millones de dólares se ha llevado la industria. Entonces nosotros representamos dos tercios de ese número de trabajadores y ahí estamos batallando en cómo vamos consolidando esa relación orgánica, política y social. Nosotros creemos que somos una organización que está muy legitimada, por ejemplo, estuvimos en el Paro de Clama en donde la Confederación jugaba un rol de mucha influencia en el movimiento sindical y social y mucho trabajo con el territorio, con la población.

congreso2011_04

El Quinto: Los medios de comunicación y el gobierno ya comienzan a preparase para conmemorar el primer aniversario de la tragedia de los 33 de San José. A un año de la tragedia ¿Han mejorados las condiciones de seguridad de los trabajadores de la minería? ¿El gobierno ha cumplido con sus promesas en materia de seguridad y dignidad del trabajo?

Cristian Cuevas: El otro día me preguntaban por Golborne, el ministro Golborne, que antes fue gerente de Cencosud creo. La verdad es que este señor a nosotros como Confederación, a pesar de que le hemos solicitado audiencia, no nos ha recibido. Yo creo que el tiene un alto desprecio por el movimiento sindical, por el movimiento social, y esa es la conducta que tuvo en Cencosud, en donde hizo la misma política de La Polar de lucrar a partir de las propias situaciones y necesidades y esta prisión que vive el pueblo de Chile a partir de las tarjetas y de la prestación de servicios de las empresas del retail. Entonces, este señor, que no tiene un apego real al movimiento sindical y social, a nosotros como Confederación no nos recibió, y no sólo a nosotros, a la Federación de Trabajadores del Cobre, a la Federación Minera de Chile.

Estuvimos en la mina de los 33, con las CUT provinciales de la zona ahí en San José, y el gobierno, a través de Golborne, lo que hizo durante el periodo de encierro de los 33 mineros fue separar al movimiento sindical de las familias, creó una separación, una ciudad que no se vinculaba con los dirigentes sindicales ni con los trabajadores porque eran una amenaza, porque fuimos nosotros los trabajadores del sindicato de la Mina San José los que denunciaron y solicitaron el cierre de esa mina por encontrarse sin condiciones de seguridad para el desarrollo del trabajo.

Pero fue esta misma institucionalidad cómplice del Estado y de la industria, la que permitió esto. Ocurre el accidente de los 33, un drama que, nosotros que hemos vivido distintos dramas en el carbón, por las muertes por gas gizú en el 94’ y con las muertes de distintos compañeros y compañeras en las faenas, que tuvieron disparidad y enfermedades como la silicosis y otras. Vivimos ese drama como un tema dramático, nosotros siempre planteamos que queríamos que rescataran a nuestros compañeros desde las profundidades a la luz, a la vida, pero el gobierno lo que hizo fue una operación de salvataje de ellos mismos y de transformar un drama producto del lucro en la minería en un reality. Y los 33 mineros, que no estaban organizados en su mayoría, lo que hacen es trastrocar su dignidad, porque algunos dicen que los mineros son responsables, yo creo que no. Yo creo que es un ser humano que el modelo se apropia de él y transforma su dignidad y lo transforma en un objeto de consumo y de alguna manera genera esa situación.

73611_1701579223395_1355373737_31793511_5637183_n

Después de ese accidente y del rescate de los 33, que ustedes bien saben que se transforma en un reality en el que finalmente quedaron más de 300 trabajadores despedidos. Nadie se preocupó de los 300 y nosotros los acompañamos en las marchas en Copiapó. Pero las condiciones de los mineros no han cambiado. El propio Piñera se comprometió a un nuevo trato laboral ante mil millones de seres humanos que estaban viendo la televisión ese día del rescate, que iba a cumplir los convenios internacionales que el propio Estado ha ratificado y otros que no ha ratificado como el 176, que tiene que ver con la seguridad en la minería.

Después del accidente de los 33, solamente en la gran industria, han muerto más de 16 trabajadores y otros con enfermedades invalidantes o discapacidad, para qué hablar en la mediana y en la minería artesanal. Entonces todo fue un efecto, todo fue un juego de luces. Pero la realidad de los trabajadores no ha cambiado, Piñera no ha cumplido su compromiso.

Yo estuve en Australia hace poco tiempo atrás y nosotros lanzamos la campaña a nivel internacional por el 176, para que se ratificara ese convenio sobre seguridad minera. Fuimos a dejar a La Moneda hace unas tres semana una carta con más de mil firmas de trabajadores australianos y de más de 20 organizaciones australianas portuarias, del sector público, mineros, metalúrgicos, de la construcción, que enviaron cartas emplazando al gobierno de Piñera el compromiso. Pero no lo ha hecho y no lo va a hacer porque el está supeditado al gran capital y este no es un problema de Piñera nomás sino de la elite que gobierna este país, que en el fondo se resisten a estos cambios.

Antes nosotros no teníamos por qué estar recurriendo siempre a los convenios internacionales, por la fuerza que tenía el movimiento sindical no eran necesarios los convenios. Los convenios no son necesarios cuando hay un Estado que se preocupa de los trabajadores y un movimiento sindical que es poderoso. Pero lamentablemente hoy tenemos que recurrir a los convenios por el intercambio comercial que existe a nivel global y es la única forma que tenemos nosotros para poder obligar a cumplir a los Estados.

Después de los 33 la situación de los trabajadores de la minería no ha cambiado, no ha mejorado, y lo que ha tratado de hacer Piñera es también un proceso de privatización y de externalizacion de las responsabilidades del Estado en cuanto, por ejemplo, a fortalecer Sernageomin, que tiene alrededor de 600 funcionarios y una cantidad ínfima de fiscalizadores que no dan abasto para la cantidad de gran minería, mediana minería y minería artesanal que necesitan fiscalización. Tampoco hay ningún proyecto de fortalecimiento de la minería artesanal que permita darle apoyo técnico, apoyo crediticio que efectivamente les permita desarrollarse en condiciones más dignas. Imagínate que solamente en La Ligua, y Petorca, hay más de 3 mil pirquineros y nadie sabe que existen 3 mil pirquineros. ¿Y en qué condiciones realizan esa labor extractiva? En condiciones infrahumanas. ¿Y los pirquineros tendrán posibilidades de desarrollo? Ninguna, porque no hay un Estado preocupado de fortalecer a estos pirquineros que son 3 mil, es decir, que son 3 mil familias. Entonces ese es el drama que hay en Chile, que no hay una política minera, no hay un fortalecimiento del rol del Estado y lo que se hace es externalizar las responsabilidades que el Estado debe tener en cuanto a la seguridad.Porque, ¿cómo puedes externalizar a un privado que te fiscalice a un privado?

Continuará…

0 comentarios:

Publicar un comentario