martes, 14 de junio de 2011

La Polar Da Campanada De Alerta En La Economía Chilena


Por Patricio Guzmán S. / 14 de junio 2011 /


La cadena de tiendas por departamento, o multitiendas, La Polar, perdió en un día cerca de la mitad de su valor bursátil, lo que fue calificado como `terremoto' en la portada del diario La segunda del grupo El Mercurio, y aunque en días posteriores se produjo un `rebote' de hasta un 15%, nadie niega la gravedad de la situación. Esto ocurrió como consecuencia de la demanda interpuesta por el Sernac por la repactación de créditos morosos sin consentimiento de sus clientes. Esta `práctica irregular' como la calificó eufemísticamente el directorio de la cadena de retail, en su comunicado reconociendo la situación como `hecho esencial' a la Superintendencia de Seguros y Valores, provocó que miles clientes que entraron en mora por deudas terminaran apareciendo con deudas morosas varias veces superiores.

La multitienda retail aceptó que tiene que efectuar provisiones adicionales por incobrables por 400 millones de dólares, escondidas hasta ahora detrás de las repactaciones.

El Sernac ha informado haber recibido más de 2,000 reclamos por estas falsas repactaciones. La explicación del Directorio, que ellos ignoraban las `prácticas irregulares' de la empresa son muy poco creíbles, ya que el crédito está en el corazón del negocio.

También llama la atención que la ampliación de capital en la que estaba embarcada la cadena, supuestamente para expansión del negocio en Chile y Colombia, correspondiera con la cifra que ahora se ha anunciado para provisiones de incobrables.

Por orden de importancia de sus ventas, La Polar es la cuarta en el mercado de multitiendas. Sus ventas anuales superaron los $1,156 millones de dólares, con una participación de mercado del 11%. Pero por el tamaño de cartera de crédito es la segunda cadena, cuenta con 1,686,149 tarjetas y deudores por 741,828 millones de pesos

Las empresas retail han sido presentadas como un ejemplo exitoso de negocios mediante la bancarización y acceso al crédito de sectores que antes no tenían esta posibilidad para acceder al consumo. Pero al mismo tiempo estas cadenas se han hecho famosas por altos intereses.

Todavía no hay datos fidedignos sobre el estado verdadero de la cartera de créditos de la multitienda. Lo que hay que preguntarse ahora es si La Polar realmente se trata de un caso acotado en una empresa, o si tal vez estamos frente a la punta del iceberg de un sistema construido sobre la usura, que ha exprimido a sus clientes y acumulado créditos incobrables, pero enmascarados detrás de mecanismos contables que los hacen aparecer como sanos.

Estaríamos en ese caso frente a una burbuja que afectaría al conjunto de la industria del retail, como el negocio financiero está en el corazón de esta industria, mediante sus préstamos a través de las tarjetas de crédito, y la venta de todo tipo de artículos que sirve de excusa para vender créditos, estamos en los hechos frente a una segunda banca en el país, pero desregulada, sin el grueso de los controles que debe enfrentar la banca tradicional ante la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras. Pero incluso con las graves faltas en la legislación actual, el Superintendente debió tomar las medidas oportunas para controlar el negocio de tarjetas de crédito, el nivel de riesgo y de prácticas contables asociadas.

Los bancos no han ocultado su preocupación por las deudas de la multitienda, que son de cerca de $440 mil millones, de ellas 142,412 millones con bancos. Los principales bancos expuestos son el Banco BCI, el Banco de Chile y el Banco BBVA. La deuda es de 57,957 millones de pesos, con el banco BCI; de 20,461 millones de pesos con el Banco de Chile; y de 12,738 con el BBVA.

Los Fondos de Pensiones, las AFP, tienen acciones por el 24% de La Polar. De manera que una vez más, serán el conjunto de los trabajadores afiliados, los que pagaran, en parte, el desplome de La Polar, y sus prácticas fraudulentas.

¿Hay una burbuja en el crecimiento de la demanda interna en Chile?

Los altos precios que alcanzaron algunas `commodities' que están entre las principales exportaciones del país, como el cobre o la celulosa, junto con la expansión de la demanda interna, explican la recuperación bastante rápida de la economía chilena de la seria recesión que afectó al país en 2009, como consecuencia de la crisis global.

Para hacer frente a la contingencia, el banco central impulsó la demanda, prestando durante mucho tiempo a los bancos recursos a una tasa de interés cercana a cero, y algunos meses en términos reales negativa si se consideran los efectos de la inflación. Aún cuando esta política que no alcanzó plenamente sus metas debido a que las instituciones financieras no reflejaron más que parcialmente estas tasas de interés bajísimas en las condiciones de los préstamos a sus clientes. Sin duda sirvió para relanzar los créditos y el consumo, y reactivar rápidamente la economía chilena, si bien con las limitaciones que hemos señalado en otros artículos, por ejemplo; la construcción se ha demorado mucho más en reactivarse, con las consecuencias sobre el empleo que implica.

De acuerdo con los estudios oficiales, mientras los salarios reales aumentaron un 3% la demanda interna se incrementó cerca del 10%. Esto solamente sería posible si las personas están vendiendo sus activos para financiar nuevas adquisiciones, o por el recurso al endeudamiento, y esto último es lo que se observa fácilmente.

Lo que se ha transparentado en la caída de La Polar es la situación límite de endeudamiento en los sectores de hogares de trabajadores de menores ingresos, a los que se ha dirigido tradicionalmente la cadena. Es una campanada de alerta que advierte que el sobre endeudamiento de los chilenos ya está marcando limites al modelo de acumulación capitalista actual de la economía, y a sus excesos de falta de regulación.

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