miércoles, 16 de marzo de 2011

Por Francisco Marín / El Ciudadano.cl / El desastre nuclear en Japón es un cachetazo al objetivo de los gobiernos de Chile y Estados Unidos que buscan impulsar un amplio y secretísimo acuerdo nuclear. Este convenio se materializaría mediante la firma de un “memorándum de entendimiento sobre cooperación en energía nuclear”. El alcance de este acuerdo es el secreto mejor guardado en La Moneda. De acuerdo con información proporcionada por El Mercurio (14 de marzo), a solicitud de Washington la firma de este documento se realizaría 48 horas antes de la llegada de Obama a Chile. Esto es el viernes 18.

Al cierre de esta edición el Gobierno no desistía de la firma de este acuerdo que sería suscrito por el director de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), Jaime Salas, y el embajador estadounidense en Chile, Alejandro Wolff.

El acuerdo contemplaría el “entrenamiento de ingenieros y profesionales del área, con miras a establecer las bases de una nueva institucionalidad (…) con miras a un eventual proceso de construcción de centrales nucleares en Chile”.

En entrevista con El Mercurio, publicada el 10 de marzo, el embajador de Washington en Santiago, Alejandro Wolff, reconoció la inminencia de este convenio.

El diputado Marcelo Díaz manifestó –el 14 de marzo-, a nombre la bancada socialista, que el eventual acuerdo binacional en materia de cooperación nuclear no ha sido “informado al país en forma clara y abierta”.

“Se está dando por hecho que en Chile vamos a tener centrales nucleares, pero el Gobierno no ha informado ninguna decisión al respecto de manera transparente. Se hacen inversiones, se firman convenios y se formulan anuncios como si el tema estuviera zanjado”, afirmó.

Añadió que espera que el biministro de Energía y Minería, Lawrence Golborne, explique “su entusiasmo con esta idea. Después de lo visto en Japón, es una total locura pensar en energía nuclear para Chile”.

El proceso de implementación de una agenda nuclear en Chile se ha hecho en el más completo sigilo. Incluso, a la luz de la evidencia de sus catastróficas posibles consecuencias, personeros de Gobierno como el ministro de Interior -Rodrigo Hinzpeter- y de energía, Lawrence Golborne, se han negado a transparentar la información y a descartar la construcción de centrales nucleares en Chile. Entre los aspectos que más interesan de este debate, es saber si Chile se propone entregar parte del territorio para el depósito de basureros nucleares, que es uno de los peligros más grandes que supone el desarrollo de la energía nuclear.

EL PROYECTO NUCLEAR DE PIÑERA

El 17 de junio pasado, se realizó en la sede del Colegio de Ingenieros el Seminario de Energía Nuclear organizado por el comité de energía nuclear de esta asociación gremial. Según información proporcionada en su web oficial el representante del entonces ministro de Energía Ricardo Rainieri, Claudio Huepe, expresó que el Gobierno “continuará realizando los estudios y acciones tendientes a avanzar en el desarrollo nuclear del país”. Sostuvo que el Gobierno trabaja en la definición de un órgano regulador nuclear y la normativa nuclear asociada.

Huepe señaló también que el Gobierno se esmeraría en la “formación de la opinión pública” para el escenario nuclear. Cabe señalar que desde hace meses que La Tercera y El Mercurio vienen editorializando e “informando” sobre la necesidad de que Chile se dote de este tipo de energía. De hecho, coincidentemente, estos dos medios llamaron este martes 15 a no descartar la energía nuclear en este momento de crisis. El Mercurio fue más allá, y pidió al Gobierno no desechar la firma del convenio conEstados Unidos.

En el mismo seminario el ingeniero de la CCHEN, Pedro Orrego, dio a conocer que en Chile habría suficiente uranio como para alimentar todas las centrales nucleares que se instalen en el país, por 200 años.

El representante del Colegio de Ingenieros y asesor en materias antisísmicas del Organismo Internacional de Energía Atómica, OIEA, Rodolfo Saragoni expresó en aquel seminario que es “perfectamente posible construir centrales nucleares en la costa de la Zona Central y Norte de Chile”.

En junio pasado Rainieri participó junto a los 21 países miembros de la Apec, en un foro de cooperación –realizado en Japón- en que los ministros de Energía hicieron un llamado a potenciar la energía nuclear. Por medio de un comunicado emanado al concluir el encuentro, los países de la Apec subrayaron la naturaleza “limpia” de la energía atómica y apoyaron la construcción de nuevas centrales. En la ocasión, el Gobierno de Japón expresó su disposición a colaborar en la construcción de centrales nucleares en Chile, lo que fue muy bien recibido por el ministro Rainieri.

Según informó La Tercera, en el marco de una visita a Francia realizada –en febrero pasado- por una delegación encabezada por el ministro Golborne, se firmó un acuerdo de cooperación nuclear entre ambos países. Éste, entre otros puntos, supone la creación de un grupo de trabajo que buscará opciones de desarrollo de la tecnología nuclear en Chile. Esta comisión estará compuesta por las empresas GDF Suez, por parte de Francia y de Quiñenco (Luksic), por parte de Chile. Los representantes de estas, Gerard de Mestralled y Guillermo Luksic, serán los encargados de elaborar -en un plazo máximo de un año- un plan para la implementación de la energía nuclear en Chile.

El acuerdo de cooperación con Francia incluye la creación de un Comité de Metales Estratégicos, instancia que sería la encargada de gestar las condiciones para la exportación de uranio chileno a la industria nuclear gala. Es importante resaltar que Francia se nutre en un 80% de energía nuclear por lo que el aprovisionamiento de uranio es uno de sus grandes requerimientos.

Las primeras tratativas en materia de cooperación atómica fueron realizadas por los presidentesSebastián Piñera y Nicolás Sarkozy, con ocasión de la visita que el primero realizó a París en octubre pasado.

Cabe señalar que las mineras son las principales interesadas en desarrollar la industria nuclear en Chile, dado el enorme caudal de proyectos en ejecución y en preparación. Según cifras de la Sonami (Sociedad Nacional de Minería), sólo para los próximos 7 años planean realizar inversiones por cerca de 50.000 millones de dólares.

Para esto necesitan incrementar fuertemente la potencia eléctrica instalada en el Norte Grande. Según lo expresado por el presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Alberto Salas, “la energía nuclear es una tecnología suficientemente segura y probada a nivel mundial para el suministro de energía eléctrica base, con la ventaja de que no emite gases de efecto invernadero en su operación”. La Sonami estima que la existencia de centrales nucleares en la costa del Norte de Chile “facilitaría la instalación de plantas desaladoras para el abastecimiento de abundantes cantidades de agua para la minería, agricultura y ciudades del Norte del país”.

Es importante señalar que Chile ha ido entregando en los últimos veinte años, gran parte de sus yacimientos mineros a compañías extranjeras que lo explotan a un ritmo irracional, y sin contribuir al desarrollo de Chile. En la actualidad la producción privada de cobre supera el 70% de nuestras exportaciones de metal rojo. Hace 20 años representaban sólo el 10%.

De acuerdo al presidente del Comité de Defensa del Cobre, Julián Alcayaga, se hace necesario detener todos los nuevos proyectos y volver a la producción de 1,6 millones de toneladas de cobre que había en 1989.

Alcayaga afirma que “en Chile no existe ni el agua ni la energía necesaria para sostener la voracidad de las industrias mineras que trabajan concertadas con funcionarios de Gobierno, cuyo único interés es enriquecerse a costa del interés nacional”.


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